El Árbol Inconforme
Érase una vez un álamo que estaba en un bosque. Don árbol
era una creación de la flora respetado por todos los seres vivientes del lugar
debido a que llevaba muchos años allí y había visto crecer el boscaje; pero estos
últimos días se encontraba más serio, callado, indiferente e inconforme, por lo
que un día decidió desahogar sus penas con el hada del bosque.
— ¡Ay, hadita! No tienes ni idea de lo que es ser un
árbol viejo, carcomido y apolillado. Los niños me usan de columpio; los perros
me usan de baño. Han roto mis ramas para hacer leña. No soporto el ruido de los
humanos y sus máquinas motorizadas cuando vienen a “pasarla bien”. Estoy harto de que pequeños animales como ardillas
y pájaros se pelen sobre mí; que las hormigas arranquen mis hojas. ¡Y lo peor
de todo! Tener que fingir que no me importa, que no me duele y que no me cansa.
No sabes lo difícil que es ser yo.