¿Quieres
morir?
Desnuda
al planeta de su suave y brillante piel y sustitúyela por una sintética,
grisácea y dura. Cambia sus hojas, rocas y ramas por elementos de papel, metal
y plástico. Deja que incompatibles líquidos se mezclen con el agua, privándola
de su propiedad vital. Permite que las nubes negras y tóxicas reinen sobre el
cielo para que hagan llover acidez y devastación sobre toda forma de vida.
Hazlo
y verás que tendrás otra lenta y agonizante forma de morir.
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