Primer Encuentro
Había escuchado de ella, sigo haciéndolo de diversas
maneras. Por la calle, en programas de televisión, películas, noticias. Todo el
mundo habla de ella; todos la
conocen. Es famosa. Sin embargo, nuestro primer encuentro fue cuando tenía once
años.
Era lunes, tal vez, no lo
recuerdo con exactitud, pero sé que era un día entre semana porque Mamá nos
despertó a Hermana y a mí para ir a la escuela. Las dos dormíamos en el mismo
cuarto, en camas gemelas. Como siempre, nos quedamos unos momentos bajo la
calidez de las mantas a pesar del llamado, hasta que Papá hizo su aparición.
Afortunadamente él estaba de vacaciones y en casa… o quizás no. Con todo,
Hermana y yo nos erguimos y quedamos sentadas. Era mejor darse prisa; mas no
nos movimos. Algo en el ambiente nos impidió movernos con libertad, una
opresión desconocida que llegó con Papá, quien se sentó en la cama de Hermana
con ella a su lado y yo frente a ambos. Aterradores segundos de silencio antes
de que la grave voz masculina se escuchara.
—Saben que su abuelito estaba
en el hospital, ¿verdad? —preguntó y asentimos. Lo habíamos ido a ver pocos
días atrás, ¿o fue el día anterior? Papá siguió—: Bueno, ya no está en el
hospital. Ya ni siquiera sufre.